Costumbres uruguayas http://www.uypress.net/uc_4570_1.html
17.02.2010
MONTEVIDEO, feb (UYPRESS) - Aquí o allá los uruguayos llevamos en nuestro corazón ciertas costumbres bien nuestras, que forman parte de nuestra identidad, por eso ni la distancia ni los años han podido con ellas. El mate, el asado, el vino tinto, el truco, la rambla, el carnaval, las tortas fritas, el dulce de leche y el tango, forman parte de ese folklore uruguayo.
Son costumbres sencillas, a las cuales nos aferramos sin darnos cuenta, pero a la distancia las miramos con cierta melancolía, sentimiento muy nuestro, ya lo dice Jaime Ross: “En mi alegría se esconde siempre un lagrimón, se que todo termina”, reflejo de nuestra forma de pensar y de sentir.
Otras de las pasiones del pueblo uruguayo, el fútbol, que acompaña el festejo popular y nos une a todos bajo la misma bandera.
Los días de lluvia, las tradicionales tortas fritas, panqueques de dulce de leche, o los pastelitos de dulce de membrillo, son el toque mágico de las tardes de tormenta.
La caminata por la rambla con el matecito en mano, un clásico paseo al que muy pocos se resisten.
Los bizcochos calentitos, son centro de reuniones y mateadas, testigos de risas, de charlas y amigos que juntos comparten tardes de domingos.
El asado, el chorizo, la morcilla, el chinchulín, y un rico vino tinto, congregan a la mesa a muchos amigos.
El clásico chivito al pan, que todo lo enchastra, pero es exquisito.
El Mercado del Puerto, un punto clave de encuentro, un lugar que ha quedado en el tiempo, testigo de los años, de historias y de cuentos.
Y son parte de nuestro acervo, los picaditos que arman los chiquilines en las calles, donde cada barrio tiene un punto de encuentro.
Las ferias: de comestibles, de ropa y de artesanías son un típico paseo que el uruguayo tiene incorporado a sus costumbres y a su forma de vida.
Aunque quienes estamos aquí muchas veces no añoramos estos pequeños detalles que hacen a nuestro diario vivir, el uruguayo que ya no vive en el país al oír hablar de alguna de estas entrañables costumbres “se le pianta un lagrimón”, porque son tradiciones que lleva en lo más profundo de su corazón pese a la lejanía. Y es así que al escuchar el himno, una murga o un candombe se estremece y lo canta muy fuerte, con mucho sentimiento.
Si bien la distancia permite superar muchas cosas, la identidad forma parte del sentir uruguayo, y eso no hay distancia que valga, aquí o allá seguiremos siendo todos uruguayos.
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